El fisioterapeuta está formado para abordar patologías frecuentes en niños y bebés, como la bronquiolitis y otras afecciones respiratorias del bebé y de los niños, escoliosis y deformaciones de la columna vertebral o del pie. Los dolores de crecimiento del niño y del adolescente, del tipo síndrome de Oshkosh Schletter o de Servier, tortícolis, dolores de espalda y lesiones deportivas (esguince y desgarro muscular).