No, todo el proceso es extremadamente suave y respetuoso. Generalmente, los pacientes lo describen como relajante.

Depende del problema, pero en casos leves suelen ser suficientes entre 2 y 4 sesiones. Situaciones más complejas pueden requerir un seguimiento más prolongado.

El método Poyet-Pialoux es un enfoque específico de la osteopatía desarrollado por Maurice-Raymond Poyet en el siglo XX y enriquecido por profesionales como Marc Pialoux y Lola Toro. Parte del principio de que el cuerpo humano funciona como un todo armonioso, donde todas las partes están interconectadas.
El rol del osteópata en esta práctica es « escuchar » los micro-movimientos de los tejidos y las estructuras corporales, identificando posibles desequilibrios. Estos desequilibrios generan informaciones disfuncionales que pueden ser detectadas y corregidas a distancia mediante estímulos mucho más ligeros que en otros métodos osteopáticos. A diferencia de enfoques mecánicos, este método se centra en una visión integrativa del cuerpo y la mente.

Si buscas una terapia respetuosa con tu cuerpo, centrada en correcciones suaves y precisas, el método Poyet-Pialoux es una excelente opción. Combina eficacia y sensibilidad, proporcionando una experiencia holística única.

Sí. El método Poyet-Pialoux complementa perfectamente otras terapias como la acupuntura, naturopatía o tratamientos médicos convencionales.

Se recomienda acudir a profesionales formados específicamente en esta técnica y verificados por asociaciones de osteopatía reconocidas, tal como Stéphane Glénard, osteópata en nuestro centro de rehabilitación de Barcelona.

• • Contraindicaciones: No se recomienda en casos de patologías graves que requieren atención médica inmediata (fracturas, infecciones, hemorragias).
  • Limitaciones: No actúa sobre lesiones estructurales importantes, centrándose únicamente en desequilibrios funcionales. Tampoco reemplaza una atención médica convencional, sino que puede complementarla.

Una sesión típica incluye las siguientes etapas:

1. Evaluación inicial: El terapeuta detecta los desequilibrios del cuerpo a través de una palpación muy sutil. Utiliza pruebas ligeras especialmente en el cráneo y la columna vertebral como « mapa » de las tensiones corporales.
2. Estímulos específicos: Identificados los bloqueos, el osteópata aplica micro-movimientos o micro-impulsos con los dedos para « reajustar » los desequilibrios.
3. Retorno al equilibrio: Al final, el terapeuta verifica si las estructuras han recuperado su movilidad y si el cuerpo integra las correcciones realizadas.

Este método prioriza la sencillez, respetando los límites y el ritmo de cada paciente.